martes, 29 de septiembre de 2020

Amores pasajeros y un poco de mierda [QK Historias]

La Historia no es mía, pero es una que leí en un grupo y me encanta mucho, como no quiero que se pierda, pues la guardo aquí y de paso la comparto con ustedes.

    Hace unos meses me ligué a un vato en un antro, el sujeto era guapo y muy atento, me sugirió que fuéramos a su casa a tomar algo y ver qué pasaba. En su casa todo fue surgiendo de la mejor manera, generamos mucha confianza, teníamos amigos en común, bebimos, charlamos, fajamos...  Podía notar como me empezaba a encular del vato.

    Me quedé a dormir y al día siguiente desperté para verlo terminándose de arreglar, siendo todo un caballero y ante la buena química y confianza que tuvimos, me sugirió seguir durmiendo y marcharme después de haber desayunado. La oferta me tomó por sorpresa y después de todas las emociones de la noche anterior, accedí a quedarme un rato más.

    Más tarde, me preparé el desayuno, limpié la cocina y tomé una ducha. Ya listo para salir, pasé al baño antes de retirarme solo para descubrir, muy tarde, que ya no había agua en el excusado. Entré en pánico, no había agua en la ducha ni en la cocina porque me la acabé antes de cagar. No tenía forma de salir y volver a entrar al departamento y sí dejaba mi mierda en su excusado, podía estar seguro de que él no volvería a hablarme, y es que había salido todo tan bien que tenía la esperanza de volver a verlo.

    Decidí luchar por nuestra inexistente relación y buscar una alternativa. Tomé una bolsa de nylon de la cocina y saqué mi mierda del retrete, la tiraría luego en la calle, borré todo rastro de que no había agua, me encaminé a la puerta y estaba listo para salir triunfante de ahí. Entonces me percaté de que este chico no tenía mi número, no me había puesto en esa situación para dejar que todo muriera, en mi mente ya estábamos casados. Por lo que me acerqué a una mesa que tenía Post-its, apunté mi número y salí del departamento y el edificio sintiéndome orgulloso de haber resuelto ese problema.

    Era momento de tirar la bolsa y fue entonces que me di cuenta que no la traía conmigo, no la había sacado del edificio y no la tomé después de apuntar mi celular en la mesa. Cuando llegase encontraría mi nota junto a una bolsa con mierda dentro. Nunca más supe de él  

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