Cuando la gente empieza fumar no lo hace porque sea una experiencia agradable o provoque algún tipo de efecto, realmente acceden a hacerlo por pertenecer a un grupo. Las primeras veces no existe una dependencia la nicotina que haga aparecer esa sensación de alivio al cuerpo por la falta de nicotina que te está pidiendo, más bien es el placer mental y social que provoca el sentimiento de formar parte de algo.
Este mismo comportamiento se repite en muchas otras cosas.
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